Magaly Norvis Otero, Hablemos Press / www.cubanet.org
La Habana, Cuba - El prisionero Ricardo Río, recluido en la cárcel Cerámica Roja, Camagüey, se ahorcó el pasado miércoles en una celda de castigo, informó vía telefónica a esta agencia el reo Osmín Alfonso.
“Ricardo Río se ahorcó alrededor de las 6 de la tarde. Luego de regresar de su visita familiar fue enviado la celda de castigo por discutir con una reeducadora”, explicó Alfonso.
El prisionero, de 31 años, cumplía una condena de 12 por un delito común y trabajaba con la reeducadora de la prisión en el control de tarjetas. “Le pidió a la reeducadora que le llevara a su destacamento un pomo de refresco y comida que había traído su familia, pero ella se negó; hubo una fuerte discusión y lo llevaron a la celda”, agregó Alfonso.
Por otra parte, el recluso Francisco Almeida, de 40 años, se cortó el rostro cuando le prohibieron hablar con el director de la prisión Combinado del Este, en Ciudad de La Habana. La anciana madre de Francisco, dijo a esta periodista que a su hijo, retrasado mental, hubo que darle 100 puntos en el rostro y el cuerpo.
“Un preso –dijo la señora- ayudó a salvarle la vida pues los carceleros no hicieron nada para brindarle los primeros auxilios”.
Páginas
El régimen castrista ha convertido la isla entera en una cárcel. Los cubanos no pueden mudarse entre provincias, tienen que enfrentarse a excesivas restricciones para poder salir del país y no pueden pronunciarse en contra del gobierno. Eso, entre muchas otras cosas que serían normales en cualquier otro país libre. Por ese motivo, todos los cubanos se pueden considerar como presos y en adición existen cárceles dentro de la cárcel que están llenas de cubanos y cubanas inocentes, cuyo único delito es amar la libertad o querer forjarse un mejor mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario