Así se sienten los ex-presos cubanos liberados en España, que desde el martes viven en un hostal de un polígono industrial a las afueras de Madrid y apenas saben qué va a ser de ellos en los próximos días.
Deportados, desterrados, exiliados y como en una cárcel sin barrotes. Así se sienten los ex-presos cubanos liberados en España, que desde el martes viven en un hostal de un polígono industrial a las afueras de Madrid y apenas saben qué va a ser de ellos en los próximos días. "Estamos en un limbo jurídico. No somos libres, somos refugiados", ha denunciado Julio César Gálvez en una multitudinaria rueda de prensa.
Los seis primeros reclusos liberados rechazan permanecer en España con permiso de residencia y exigen que se les conceda asilo político. Reconocen que esta mañana un funcionario del Ministerio del Interior se ha puesto en contacto con ellos para que soliciten dicho estatus, pero desconocen cómo acabará el trámite. "Estamos en un desconocimiento total y completo de qué va a ser de nuestras vidas", denuncia Gálvez.
Les han comunicado además que van a ser repartidos por la península a diversos centros de residencia para inmigrantes, situación que no les complace. Algunos preferirían continuar su lucha juntos desde Madrid y otros desean juntarse con sus familias en Estados Unidos.
Condiciones de vida
Mientras tanto, tienen que seguir viviendo en un hostal, con baños compartidos y sin intimidad con sus familias porque los cuartos son colectivos, según ha denunciado Normando Hernández, quien sufre problemas gastrointestinales y debe seguir una dieta que no le facilitan en dicho alojamiento. Si Zapatero se ha comprometido, que nos dé las condiciones que nos merecemos, ha reiterado Hernández.
Los disidentes también exigen poder volver a Cuba, aunque con resignación reconocen que será muy difícil. De entrada, el gobierno castrista no les ha perdonado la condena, en ocasiones a más de 20 años, a la que fueron inculpados. "Si volvemos nos pueden enviar de nuevo a prisión", ha explicado José Luis García. "Tenemos que pedir permiso para entrar en nuestra casa. Es una falta de respeto. Cuba es la casa de todos los cubanos", ha añadido Omar Rodríguez.
Los ex presos solicitan asimismo la liberación del resto de los 52 miembros del denominado Grupo de los 75 que aún permanecen en prisión, incluidos los que no quieren viajar a otros países. Y que estos gocen en Cuba de sus derechos humanos. "Nuestra principal lucha es que quien se quede en Cuba, sea libre de verdad", señala Gálvez.
"El fin del camino es que regresemos a Cuba sin riesgo a ser encarcelados, y la democracia. Si no, no habremos ganado nada", ha concluido Ricardo González.
Fuente ElPeriodico.com
Páginas
El régimen castrista ha convertido la isla entera en una cárcel. Los cubanos no pueden mudarse entre provincias, tienen que enfrentarse a excesivas restricciones para poder salir del país y no pueden pronunciarse en contra del gobierno. Eso, entre muchas otras cosas que serían normales en cualquier otro país libre. Por ese motivo, todos los cubanos se pueden considerar como presos y en adición existen cárceles dentro de la cárcel que están llenas de cubanos y cubanas inocentes, cuyo único delito es amar la libertad o querer forjarse un mejor mañana.
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