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El disidente cubano Raúl Rivero aseguró hoy que la liberación de presos políticos es "una decisión unilateral" del Gobierno de Cuba que no ha estado influida por las conversaciones del Ejecutivo español ni de la Iglesia católica.
En declaraciones a Efe tras pronunciar una conferencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de la ciudad de Santander (norte), Rivero defendió que el compromiso del Gobierno de Raúl Castro de excarcelar a 52 presos políticos en cuatro meses no supone "ningún cambio".
"Es cambiar para no cambiar y mantenerse allí para dar la imagen que estás refrescando el ambiente", señaló.
Rivero aseveró que "hasta que no se cambien las leyes y el Código Penal que permite encarcelar a la gente por opinar, ahí no ha pasado nada", y recordó que en 1999 Cuba ya liberó a centenares de presos de conciencia.
Para el disidente cubano, tanto los representantes de la Iglesia como el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, "han acompañado" el proceso de liberación, algo que se debe "agradecer", pero no han influido en la decisión final.
En su opinión, la decisión del régimen castrista se debe sólo a la presión por la crisis económica que afecta el país y al "acoso" al que se ve sometido "por la muerte de (Orlando) Zapata, la huelga de hambre de (Guillermo) Fariñas, la actitud de las Damas de Blanco en la calle y la posición de los presos".
En ese sentido, Rivero cree que el Ejecutivo cubano ha llamado a Moratinos como "un gesto de gratitud por los seis años de lealtad que ha tenido con el Gobierno" de Cuba.
Según Rivero, el régimen cubano debe hacer "un gesto" que demuestre que "no van a seguir asfixiando el país", aunque se mostró escéptico sobre la posibilidad de una mayor apertura en un futuro próximo.
"Ese es un gobierno que no oye consejos, por eso han llegado a viejos", apostilló.
Sin embargo, afirmó que "hay que agradecer" que los presos puedan abandonar la prisión y que se siente "feliz" de que algunos de sus amigos puedan recuperar "la libertad" y "la salud".
Raúl Rivero, ganador del Premio Mundial de Libertad de Prensa de la UNESCO, fue encarcelado en su país durante un año y medio acusado de actuar contra el régimen cubano y se trasladó a España en 2004, poco después de ser liberado a causa de la presión internacional.
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El régimen castrista ha convertido la isla entera en una cárcel. Los cubanos no pueden mudarse entre provincias, tienen que enfrentarse a excesivas restricciones para poder salir del país y no pueden pronunciarse en contra del gobierno. Eso, entre muchas otras cosas que serían normales en cualquier otro país libre. Por ese motivo, todos los cubanos se pueden considerar como presos y en adición existen cárceles dentro de la cárcel que están llenas de cubanos y cubanas inocentes, cuyo único delito es amar la libertad o querer forjarse un mejor mañana.
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