Los disidentes cubanos que llegaron esta semana a España fueron muy claros hoy al mediodía en rueda de prensa: «Queremos permancer juntos». Sin embargo según el plan de acogida diseñado por el Gobierno español y las tres ONG responsables de brindarles asistencia durante 23 meses, está estipulado que en los próximas días sean «repartidos» junto a sus familias por diferentes centros para inmigrantes y refugiados de Málaga y Valencia.
Ante la petición unánime de los desterrados, todos ellos encarcelados en 2003 y puestos en libertad a comienzos de esta semana, la Presidenta de la Federación Española de Asociaciones Cubanas (FECU), Elena Larrinaga, se puso en contacto ayer con el diputado popular Teófilo de Luis, que hoy declaró a ABC:
«Nadie puede suplantar el criterio de una persona en su sano juicio. A los efectos de facilitar su entrada suave en la sociedad democrática, a los efectos de garantizar su integración en un nuevo país, con una cantidad de incógnitas muy serias, es fundamental que se respete su voluntad». De Luis, que mantuvo conversaciones con los cinco disidentes que hablaron hoy en la Asociación de la Prensa de Madrid, confirmó que acaba de presentar una iniciativa en el Congreso reclamando al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que acceda a esa voluntad.
Sin espacio en Madrid
La Cruz Roja ha informado que los once disidentes cubanos deberán ser trasladados a otras ciudades, debido a que en Madrid «no existen recursos suficientes para un número tan elevado de personas». Según ese organismo de ayuda humanitaria, a partir del lunes comenzarán las conversaciones con los ex presos políticos para iniciar su traslado a los lugares de acogida distribuidos por regiones de España.
«Un planteamiento de dispersión suena a broma. ¿Es que la ciudad de Madrid, que ha estado preparada para unos Juegos Olímpicos, no tiene espacio para acoger y respetar la voluntad de ellos? Nadie tiene que imponerles nada, ellos son los que tienen que marcar», comentó De Luis, que aclaró que debido al receso del periodo de sesiones del Congreso de los Diputados, no hay posibilidades de que el reclamo avance por la vía parlamentaria durante el verano, pero advirtió que el PP «hara presión» para que los once presos políticos y sus familiares puedan permanecer juntos.
«Nadie puede suplantar el criterio de una persona en su sano juicio. A los efectos de facilitar su entrada suave en la sociedad democrática, a los efectos de garantizar su integración en un nuevo país, con una cantidad de incógnitas muy serias, es fundamental que se respete su voluntad». De Luis, que mantuvo conversaciones con los cinco disidentes que hablaron hoy en la Asociación de la Prensa de Madrid, confirmó que acaba de presentar una iniciativa en el Congreso reclamando al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que acceda a esa voluntad.
Sin espacio en Madrid
La Cruz Roja ha informado que los once disidentes cubanos deberán ser trasladados a otras ciudades, debido a que en Madrid «no existen recursos suficientes para un número tan elevado de personas». Según ese organismo de ayuda humanitaria, a partir del lunes comenzarán las conversaciones con los ex presos políticos para iniciar su traslado a los lugares de acogida distribuidos por regiones de España.
«Un planteamiento de dispersión suena a broma. ¿Es que la ciudad de Madrid, que ha estado preparada para unos Juegos Olímpicos, no tiene espacio para acoger y respetar la voluntad de ellos? Nadie tiene que imponerles nada, ellos son los que tienen que marcar», comentó De Luis, que aclaró que debido al receso del periodo de sesiones del Congreso de los Diputados, no hay posibilidades de que el reclamo avance por la vía parlamentaria durante el verano, pero advirtió que el PP «hara presión» para que los once presos políticos y sus familiares puedan permanecer juntos.
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