Los once disidentes y sus familiares desean permanecer unidos, pero la Cruz Roja ha informado que deberán ser trasladados a otras ciudades, entre ellas Málaga y Valencia, debido a que en Madrid «no existen recursos suficientes» para tantas personas.
El legislador De Luis llamó a respetar la voluntad de los recién llegados a los efectos de facilitar su entrada suave en la sociedad democrática y su integración en un nuevo país.
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