El régimen castrista ha convertido la isla entera en una cárcel. Los cubanos no pueden mudarse entre provincias, tienen que enfrentarse a excesivas restricciones para poder salir del país y no pueden pronunciarse en contra del gobierno. Eso, entre muchas otras cosas que serían normales en cualquier otro país libre. Por ese motivo, todos los cubanos se pueden considerar como presos y en adición existen cárceles dentro de la cárcel que están llenas de cubanos y cubanas inocentes, cuyo único delito es amar la libertad o querer forjarse un mejor mañana.

lunes, 16 de agosto de 2010

Reo en huelga de hambre por solicitar traslado

Por Magaly Norvis Otero Suárez/ Hablemos Press.


Pinar del Río, 16 de agosto.―El prisionero político Lemay Díaz Pantaleón, de 38 años de edad, se declaró en huelga de hambre en la prisión Kilo 8 de Pinar del Río.

Díaz Pantaleón entró a prisión a cumplir una condena de 4 años por desacato. Lleva más de 22 recluidos por su rebeldía. Es un activista por los derechos humanos que constantemente denuncia tratos crueles y arbitrariedades que se cometen contra los reos en esa prisión. 

La huelga, la inició en reclamo a su inmediato traslado para su provincia natal La Habana. 

En un contacto telefónico el reo dijo, “de 22 años que llevo recluido, 10 ha sido fuera de mi provincia natal. Mi madre vive en el municipio Güines, provincia La Habana y pasa mucho trabajo para viajar todos los meses hasta aquí”.

“Hemos tramitado por todas las vías legales el traslado para mi provincia, sin obtener ningún resultado favorable. No me han dejado otra opción que ir a la huelga de hambre”, explicó.
“Estoy renunciando a los alimento y también a los medicamento que tengo que tomar de por vida, por la fractura de cráneo que presento producto a una brutal golpiza que me dieron los guardias de la prisión Combinado del Este en el 2007”, asegura Díaz Pantaleón.

“Mantendré la huelga hasta que se solucione mi problema”, afirma.

Iraida Pantaleón, madre del recluso, manifestó no estar de acuerdo con la huelga iniciada por su hijo, pero respeta su decisión.

“Responsabilizo al gobierno por lo que pueda sucederle a mi hijo. Pues el no puede dejar de medicamentarse por las crisis de nervios y convulsiones que le dan. Producto a los daños causados por las golpizas que le dieron hace 3 años”, acusó Iraida Pantaleón.

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