El régimen castrista ha convertido la isla entera en una cárcel. Los cubanos no pueden mudarse entre provincias, tienen que enfrentarse a excesivas restricciones para poder salir del país y no pueden pronunciarse en contra del gobierno. Eso, entre muchas otras cosas que serían normales en cualquier otro país libre. Por ese motivo, todos los cubanos se pueden considerar como presos y en adición existen cárceles dentro de la cárcel que están llenas de cubanos y cubanas inocentes, cuyo único delito es amar la libertad o querer forjarse un mejor mañana.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Pedro Argüelles Morán: Aquí Estoy


El pasado 10 de julio no acepté viajar a España porque no quiero abandonar mi patria, soy cubano y a mucha honra. Nací aquí como también nacieron mis hermanas, mis familiares, mis padres y abuelos paternos. No así mis abuelos maternos, que eran españoles, aunque están enterrados aquí, como también lo están mis otros seres queridos ya fallecidos y un día lo estaré yo.
 
De haber aceptado partir cuando el Cardenal Ortega me lo comunicó vía telefónica ya yo estuviera, desde hace días, en la península Ibérica. Pero por amor a mi tierra, mi historia, mi cultura, mi idiosincrasia y tradiciones decidí quedarme y continuar nuestra pacífica lucha por el respeto a los derechos y libertades inherentes a la dignidad de la persona humana, mientras tenga fuerzas para proseguir la noble y digna lucha civilista o que se alcance la tan añorada y sufrida transición democrática hacia el estado de derecho.

Tal vez, por no aceptar partir al exilio, es que me mantienen secuestrado como rehén del régimen totalitario castrista en represalia o castigo por no huir de mi patria. Cuando a mediados del año 1992 me incorporé al comité cubano pro-derechos humanos estaba muy consciente de todos los riesgos y sacrificios que tenía que asumir, pues sabía que podía ser víctima de todo tipo de atropellos, tanto físicos como espirituales, que podía ser calumniado, calificado, vilipendiado, en fin, ser considerado y tratado como no persona por los que usurpan el poder por la fuerza y el terror.

Aquí estoy y seguiré estando, porque este es mi lugar, esta es mi soberana decisión y mi entrañable voluntad de, contra viento y marea, ir siempre adelante haciendo realidad la máxima martiana de “La libertad cuesta muy cara y es preciso, o resignarse a vivir sin ella o decidirse a comprarla por su precio”

Pedro Argüelles Morán
Grupo de los 75
Prisión Provincial de Canaleta, Ciego de Ávila

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