El régimen castrista ha convertido la isla entera en una cárcel. Los cubanos no pueden mudarse entre provincias, tienen que enfrentarse a excesivas restricciones para poder salir del país y no pueden pronunciarse en contra del gobierno. Eso, entre muchas otras cosas que serían normales en cualquier otro país libre. Por ese motivo, todos los cubanos se pueden considerar como presos y en adición existen cárceles dentro de la cárcel que están llenas de cubanos y cubanas inocentes, cuyo único delito es amar la libertad o querer forjarse un mejor mañana.

martes, 28 de septiembre de 2010

Egberto A. Escobedo Morales otra vez en huelga de hambre

Por Roberto de Jesús Guerra Pérez/ Hablemos Press.
robersm2007@gmail.com

Ciudad de La Habana - “Me declaro en huelga de hambre. En protesta por las condiciones de vida en las prisiones. En reclamo a que exista una garantía de la libertad de todos los presos políticos, no de una parte, si no de todos, y en solicitud de una asistencia médica efectiva. Porque tengo una obstrucción de la orina y no me quieren atender correctamente”. Fue parte de la declaración del prisionero político Egberto Ángel Escobedo Morales.

Escobedo, se encuentra recluido en el campamento de trabajo forzado Toledo II, ubicado en el municipio La Lisa, provincia La Habana. El domingo 26 de septiembre en la tarde se declaró en huelga.

“En el Hospital Hnos. Almejeira hicieron una fachada de asistencia médica. Me trataron de hacer una anestesia por raquídea y al pedir que utilizaran otro tipo de anestesia se negaron y no me hicieron la prueba que tenían que hacerme”, aseveró.

Su esposa, María Cristina, le suplicó que no adoptara esa posición, alegando que no tiene el apoyo de su familia. Y también habló con las autoridades para que lo atendieran pero todo fue en vano.


Escobedo se encuentra preso desde el 11 de julio de 1995, acusado por un delito de propaganda enemiga y un supuesto espionaje. Inició una huelga, el 16 de abril de este año que casi le cuesta la vida, y terminó 77 días después. En protesta contra la farsa electoral que se realizó el 25 de abril de delegados a la Asamblea del Poder Popular.

“Todo fue una fachada médica. Si te duele el estomago, te revisan los pulmones. Si te duelen los pulmones te revisan entonces el estomago. Eso lo hacen como para decir que no se te dejó de atender, y todo es una gran mentira”, dijo con respecto a la atención que le dieron cuando fue hospitalizado por la anterior huelga.

“Continúo con el dolor ahí. Cada día es más fuerte, mas intenso. Si me paro me duele. Si me siento me duele. Es insoportable”.

Escobedo agregó que “el coronel Lázaro Díaz Martín, que me está atendiendo, me pidió que estuviera tranquilo aquí en el puesto médico de Toledo II, donde me encuentro, hasta que se me diera la libertad para que me atendieran en la calle. Pero ayer viene y me propuso irme para Toledo I y trabajar con un salario lo cual quiere decir que la libertad se prolonga”.

“Le dije, pero usted esta loco. Una no lo haría normalmente, y la otra usted sabe que estoy enfermo, usted mismo me dijo que me estuviera tranquilo esperando mi libertad”, añadió.

“Están atentando y jugando con mi salud. Yo se que es contradictorio que uno juegue con su salud con la huelga de hambre, pero es que no nos dejan otra opción. Es la única vía que tenemos en este país para reclamar derechos. No hay libertad de prensa. No hay ley a donde acudir. No me queda otra opción”, indicó a Hablemos Press.

“Ellos están jugando con nuestras vidas y atentan contra nosotros. Pues bajo fachada nosotros tenemos que desenmascararlos, es nuestra única vía”.

Escobedo cumple una sanción de 20 años de cárcel desde el 1995 de lo cual a extinguido 15. Ha cumplido la mayor parte en cárceles de la provincia Camagüey pero desde su anterior huelga fue trasladado a La Habana. Desde entonces a recurrido a la huelga de hambre como único medio de reclamo.

“Todavía tengo secuelas de la anterior huelga, me estoy recuperando, pero no me dejan otra opción”.

“Estoy en un campamento de mínima, y la represión es contante. Obligan a trabajar sin salario a un grupo. Otro grupo muy reducido con un salario. Le prohíben traer comida para dentro del penal, hasta un bocadito. Entonces maltratos, siempre bajo amenazas, la presión contante. Todo es plan fachada, nos están matando
lentamente”.

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