El régimen castrista ha convertido la isla entera en una cárcel. Los cubanos no pueden mudarse entre provincias, tienen que enfrentarse a excesivas restricciones para poder salir del país y no pueden pronunciarse en contra del gobierno. Eso, entre muchas otras cosas que serían normales en cualquier otro país libre. Por ese motivo, todos los cubanos se pueden considerar como presos y en adición existen cárceles dentro de la cárcel que están llenas de cubanos y cubanas inocentes, cuyo único delito es amar la libertad o querer forjarse un mejor mañana.

jueves, 17 de junio de 2010

Joven lisiado a manos de policías y en prisión

Por Darsi Ferrer, preso de conciencia

28 de mayo de 2010

La Habana, Cuba - bitacoracubana.info - El joven Luis Martínez Moret está  preso en la cárcel Valle Grande acusado de “Tenencia ilegal de instrumento idóneo para cometer delito” y “atentado”. La particularidad de su caso es que durante el arresto lo dejaron lisiado para toda su vida, a consecuencia del balazo a quemarropa que le dio uno de los militares en el brazo izquierdo, destrozándole la articulación del codo.

La fatalidad de Martínez Moret comenzó la madrugada del pasado 20 de diciembre de 2009, cuando de regreso a su casa en el reparto San Agustín, al oeste de la capital habanera, después de haber disfrutado de un concierto de Reggaetón en el centro de la Ciudad, se topó con dos policías que estaban de servicio en un auto patrullero en las desoladas calles del barrio.
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El color negro de su piel y la mochila al hombro despertó la sospecha del suboficial Danilo Enriques Rojas Yero, quien optó por detener al joven y pedirle su identificación. La reacción de susto de Luis Martínez le dio por desprenderse a correr a toda velocidad intentando evadirse.

Por unos minutos duró la persecución hasta que el suboficial logró darle alcance al fugitivo en un placer sin salida. Ambos contendientes forcejearon por un momento y el militar, más corpulento y entrenado físicamente, aguantó al joven con una mano y con el revólver en la otra le disparó.

Al joven herido los policías terminaron de reducirlo físicamente con la aplicación de spray con sustancia irritante en los ojos y esposándolo de ambas manos. En la mochila que le ocuparon los militares encontraron un destornillador, una pequeña llave inglesa y una pinza.

Tras el arresto, el joven Luis Martínez pasó varias semanas ingresado en la sala de penados del hospital y después lo trasladaron para la cárcel de mayor rigor Valle Grande, donde lleva meses en prisión provisional esperando juicio y enfrenta una sanción de varios años de privación de libertad.

Luis Martínez Moret no tiene antecedentes penales y se ganaba la vida como chofer y mecánico automotriz. Sufre la limitante de que perdió la movilidad de la articulación donde recibió el tiro. El suboficial Danilo Enriques Rojas no pagó ninguna consecuencia por su acción y sigue activo en las filas de la policía.

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