El régimen castrista ha convertido la isla entera en una cárcel. Los cubanos no pueden mudarse entre provincias, tienen que enfrentarse a excesivas restricciones para poder salir del país y no pueden pronunciarse en contra del gobierno. Eso, entre muchas otras cosas que serían normales en cualquier otro país libre. Por ese motivo, todos los cubanos se pueden considerar como presos y en adición existen cárceles dentro de la cárcel que están llenas de cubanos y cubanas inocentes, cuyo único delito es amar la libertad o querer forjarse un mejor mañana.

domingo, 15 de agosto de 2010

Gracias al pueblo español y al pueblo chileno, pero…

Por Mercedes García

Entre los días 13 y 24 de julio del año en curso, 20 presos políticos cubanos fueron desterrados hacia España como parte de un “acuerdo” entre Raúl Castro,  el Cardenal Jaime Ortega y el Ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos.

 

Cada uno de los desterrados, ya sea a su llegada o en entrevistas posteriores, se han encargado de expresar su alegría por estar libres, así como también han expresado su agradecimiento, tanto al pueblo español, como a los miembros de las organizaciones de exiliados cubanos radicados en España y otros cubanos que han ido a visitarlos para ofrecerles su apoyo. De la misma manera muchos cubanos, dentro de la isla y en el exilio, hemos expresado nuestro agradecimiento hacia el pueblo español y hacia el pueblo chileno que recibió a José Ubaldo Izquierdo Hernández, uno de los presos políticos cubanos desterrados en España, quien posteriormente viajó hacia ese país hermano.
Sin embargo, ni la mencionada alegría ni el agradecimiento opacan todas las violaciones a los derechos humanos que se han cometido en contra de estos hombres y sus familiares como parte de este proceso. Los desterrados lo han dicho y nosotros lo hemos dicho y lo hemos repetido, dirigiendo las quejas y protestas en contra única y exclusivamente de los tres sectores mencionados al principio de este informe: Raúl Castro, el Cardenal Jaime Ortega y Miguel Ángel Moratinos.
Dichas violaciones han sido las siguientes:  

  1.     Fueron injustamente encarcelados, condenados en juicios sumarísimos a largas condenas  en prisión; a consecuencia de lo cual padecieron durante siete largos años y medio todo tipo de humillaciones, así como torturas físicas y psicológicas.

      2.  Al recibir la llamada del Cardenal Jaime Ortega en las prisiones no se les ofreció  alternativas, tales como quedarse en Cuba o viajar a otros países. El ofrecimiento, según los propios desterrados han confirmado, fue algo de tómalo o déjalo: o viajas a España o te quedas, pensaron muchos y por eso aceptaron, aunque posteriormente han expresado su deseo de viajar a otros destinos.

3.    Sin ser exonerados de las sentencias que sobre ellos aún pesan, fueron trasladados 24  horas antes de su salida,  desde sus respectivas prisiones hasta la clínica de la prisión habanera conocida como El Combinado del Este donde se les realizaron los controles de salud y se le prepararon sus documentos de viaje.

4.    Los familiares que viajarían con ellos fueron también acuartelados en un instituto del  Ministerio del Interior localizado cerca de Valle Grande, en La Habana. Eso con el propósito de realizarles los controles de salud y para la preparación de sus respectivos documentos.

5.    Fueron sacados, tanto los desterrados como sus familiares, en horas de la noche para  ser conducidos por separado hacia el aeropuerto José Martí de La Habana donde los hicieron subir por la parte trasera a los aviones que lo llevarían a España. Todo esto fuertemente vigilados por efectivos castristas hasta que no se vieron dentro de los aviones.  “No podíamos movernos y estábamos vigilados. No me consideraré libre hasta que no llegue a España”, indicó al respecto Omar Ruiz en una entrevista que le realizara la agencia de noticias EFE cuando  este ya estaba a bordo del avión. Elizardo Sánchez Santacruz, líder de la Comisión  Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), calificó este  procedimiento como uno "ultrajante”.  "Salen del país en forma prácticamente clandestina, como si fueran terroristas o narcotraficantes", dijo Sánchez a periodistas en el Aeropuerto José Martí, a donde acudió para ser testigo de la salida, sin lograrlo.

6.    Al llegar a España los disidentes junto a sus familiares, 77 personas en total, fueron hospedados en el hostal "Welcome", situado en un polígono  de Vallecas. Los primeros en llegar levantaron su voz de protesta por considerar que el alojamiento no reunía las condiciones mínimas necesarias para tantas personas:  "No estamos pidiendo que nos alojen en un hotel de cinco estrellas, en ningún momento, somos personas humildes, venimos de un tercer mundo. Pedimos que nos den las condiciones mínimas necesarias que necesitamos como familias para tener nuestra privacidad. Las condiciones no son las mejores", comentó Normando Hernández. Indicó también que, "si el Gobierno se ha comprometido a acogernos en España, pienso que lo más digno sea que nos den el estatus y las condiciones humanas que merecemos, añadiendo que "no somos bandidos, no somos terroristas, no somos delincuentes, simplemente somos luchadores de los Derechos Humanos".

7.    Igualmente, los desterrados dijeron sentirse traicionados por el gobierno español, que no por el pueblo español, porque al salir de Cuba ellos firmaron unos documentos donde el gobierno español se comprometía a proveerles asesoramiento legal y a la entrega de ayudas para su manutención y alquiler de viviendas. Acuerdos estos que hasta el momento no se han materializado. Según sus declaraciones, sólo la Cruz Roja les ofreció ayuda, así como españoles y cubanos exiliados que se acercaron al lugar para socorrerlos.

8.    En adición a todo lo anteriormente expuesto, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, les ofrece a los desterrados el estatus migratorio conocido como “protección internacional asistida”, alegando que era lo mejor para ellos porque así podrían regresar a la isla o continuar con sus actividades en contra del régimen castrista. Desafortunadamente para Moratinos, ninguna de sus dos alegaciones son válidas a la luz de las propias leyes de inmigración españolas. A este respecto,

la Ley 12/2009, del 30 de octubre, reguladora
del derecho de asilo y de la protección subsidiaria, indica que ese es un  recurso que se puede utilizar cuando los solicitantes de asilo no cumplan con los requisitos para ser clasificados como “exiliados políticos” y este no es el caso de los desterrados cubanos.  El verdadero problema con este ofrecimiento es que Moratinos no quiere admitir que los desterrados son “exiliados políticos”, sólo para no quedar mal con el régimen cubano.

Sobre esa situación: la presidenta regional de Madrid, Esperanza Aguirre del opositor Partido Popular, calificó de "escándalo sin precedentes" que el Gobierno de España les "niegue" los permisos de trabajo y de residencia.  Subrayó además,  que "estos señores han salido de las cárceles cubanas con el uniforme de presidiario que llevaban en Cuba y les han puesto una camisa y una corbata, una sola", para enviarles a España.
 
La diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez,
consideró como  "una cobardía" que el Gobierno no reconociera a los excarcelados cubanos acogidos en España como exiliados políticos, algo que a su juicio únicamente tenía el objetivo de "no llamar dictador al que es dictador", en referencia a Fidel Castro.
En resumen, y casi a punto de comenzar otra ronda de destierros, algunos de los presos políticos cubanos que aceptaron viajar a España han decidido, por distintos motivos, aceptar la oferta, tanto del estatus como la de ser trasladados a otras localidades españolas. Otros, han decidido emplazar al gobierno español para que se les reconozca como lo que todos son: refugiados políticos.
En este punto y teniendo en cuenta que cada uno de ellos ya ha cumplido con la patria entregándole siete años y medio de sacrificios, tanto de ellos mismos como de sus respectivos familiares; la decisión que tomen, sea cual fuere, es nuestro deber respetarlas.
 Precisamente por su espíritu de lucha y por reclamar sus derechos dentro de un régimen totalitario fueron a parar injustamente a las cárceles cubanas donde han padecido vejámenes y torturas durante siete y medio largos años. Entonces, ahora no se les puede pedir que acaten como buenos todos los atropellos, mentiras y manipulaciones de que han sido objeto a raíz de sus liberaciones. Hacer tal cosa es no entenderlos y mucho menos respetarlos.  Pretender que permanezcan en silencio y acaten los ofrecimientos, aunque estos sean injustos; es no conocerlos, es no respetarlos y peor aún, es intentar manipularlos.
Esos hombres fueron, son y serán luchadores y si lograron sobrevivir durante tantos años en las cárceles castristas, son perfectamente capaces de defenderse y exigir sus derechos en la actualidad. Si de verdad nos interesa su bienestar, sólo nos queda respaldarlos y apoyarlos en sus decisiones.  Por mi parte, reitero ese compromiso. Aquí estaré para divulgar cualquier noticia que venga de su parte, esté yo o no esté de acuerdo con las mismas.
Gracias al pueblo español, al pueblo chileno y a todos los que desinteresadamente ayudan a los desterrados y a sus familias, pero lo antes expuesto es la verdad de lo sucedido y el eco de la verdad debe resonar siempre: ya lo dijo Miguel de Cervantes y Saavedra” La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua. (Prólogos, pp. 103-104)



1 comentario:

  1. Me parece muy justo que denuncien todas las atrocidades que se hacen con ellos porque si por eso estuvieron presos en Cuba no pueden permitir que por que España les de cobijo tengan que bajar la cabeza a cada cosa que les pase, sino lo hicieron en Cuba que no lo hagan aqui tampoco

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